Volvia casa en el coche, estaba atardeciendo, el horizonte se teñia con tonalidades de rojos, apenas se veia el azul del cielo, era como un lienzo sin fin, no pude resistir la tentación y detuve el coche para poder contemplar tan bello espectáculo calmadamente y disfrutándolo al máximo ... impresionante, magnífico, una obra de arte viviente, en donde cada momento era diferente.... Pienso que mi ánimo, mis sentimientos, en ese momento, eran diferentes a los de Jorge Luis Borges cuando escribió el poema Atardeceres
La clara muchedumbre de un poniente
ha exaltado la calle,
la calle abierta como un ancho sueño
hacia cualquier azar.
La límpida arboleda
pierde el último pájaro, el oro último.
La mano jironada de un mendigo
agrava la tristeza de la tarde.
El silencio que habita los espejos
ha forzado su cárcel.
La oscuridad es la sangre
de las cosas heridas.
En el incierto ocaso
la tarde mutilada
fue unos pobres colores.
Jorge Luis Borges
4 comentarios:
Me gustan esos atardeceres y sobre todo cuando los veo desde la ventana de mi casa ya que alcanzo hasta la caida del sol bajo las aguas del Atlántico.
Y Borges, de quien reproduces un poema, los supo describir muy bien, sin embargo no supera a los ojos que los miran.
Un beso
A tus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino...
Serrat: Mediterràneo
Una Passada, Pepa!
Albino, mi sueño es tenr una casa con vistas al mar, de momento me conformo con tenerlo a cinco minutos de coche!!
Pienso que Borges en su poema, tiene un tono muy como "decaido" de "derrotado" como si el atardecer fuese "un fin"... es esa la sensación que me da cuando lo leo.
Un saludo Albino desde el Mediterraneo levantino
Pilar, que cuando iba a contestar a Albino, iba a ponerle esa estrofa de la canción de Serrat!! jajajaja. Pero bueno te has adelantado pero vale la pena recordar al maestro Serrat, siempre vale la pena.
Un beso
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