12/05/2008

Relato hindú




Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón; pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente; desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía eficaz para los fines para los que fue creada.
Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole:
"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir."
El aguador, apesadumbrado, le dijo compasivamente:
"Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino."
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de
todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
El aguador le dijo entonces:
“¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Madre. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza."
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.






5 comentarios:

Trenzas dijo...

Muy bueno el cuento; muy en la línea budista ¿no?
Además es cierto que muchos defectos, resultan ser virtudes que no apreciamos
Todo es cuestión de no llevar esos defectos al extremo. Las vasijas sólo han de estar medio rotas para poder regar las flores.
:)
Un abrazo grande, Pepa

Pepa dijo...

Gracias trenzas por venir a visitarme, aunque se que pocos lo hacen,parece que todos se han tomado vacaciones!!, sigo aqui, con ilusión, reflejando lo que siento o lo que veo..
Gracias de nuevo,por leerme.

Trenzas dijo...

Y aquí has de seguir, muchacha, si eso te complace.
Las visitas van y vienen a temporadas :)
Muchas gracias a ti por vistarme tambien en la web de hadas.
Y es cierto que tuve una enorme suerte al contar con una de mis abuelas y con un padre siempre dispuesto a imaginar, a hablar, a enseñar.
Por ellos, doy gracias todos los días.
Un abrazo muy fuerte, amiga.

cieloazzul dijo...

aYYYYYY Pepa!!!
me encantó!!!!
mira que justo me ha venido esta reflexión!!!
me la llevo:)
te dejo muchos besos!!!

modes amestoy dijo...

Gracias por tu visita Pepa, compartiremos recetas y reflexiones.
Un abrazo, vendré por aquí

Porque tu me amaste

La letra de esta canción no la conocia en español, y al leerla me ha encantado, asi que la dedico a tod@s l@s que habeis llegado a mi vida y me habeis enseñando tanto; con consejos, con vivencias, con dolor, con alegría, optimismo, con VIDA!!... Gracias a tod@s por seguir ahí y hacerme sentir vuestro calor humano a pesar de que la mayoria no nos conocemos; y a quienes tengo la suerte de conocer, como son Ana Patricia, Oscar... mil besos porque son de los regalos mas especiales que la vida me ha ofrecido.