A través de un ventanuco enrejado que había en su celda un preso gustaba de mirar al exterior. Todos los días se asomaba y, cada vez que veía pasar a alguien al otro lado de las rejas, estallaba en sonoras e irrefrenables carcajadas. El guardián estaba realmente sorprendido. Y un día le preguntó: - Oye, ¿a qué vienen todas esas risotadas día tras día? El preso contestó: ¿De qué me río? ¡Pero estás ciego! Me río de todos esos que hay ahí. ¿No ves que están presos detrás de estas rejas?
Somos prisioneros de las modas? del consumismo? de las propias normas y creencias ?? del temor? incluso del amor y del deseo? Realmente, si nos paramos a pensar, no solo es prisionero aquel que está tras las rejas, el resto de humanos lo somos en cierta forma y no es fácil admitirlo o reconocerlo.
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4 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Hay unas rejas que nos envuelven a todos y si alguno consigue liberarse de ellas, es unn hombre o un a mujer feliz.
Como tu bien dices, está el consumismo, pero tambien las injusticia, la envidia, la hacienda y por supuesto la terrible política. Hasta el deporte nos enreja ahora, porque yo mismo estoy pendiente del tenis de Nadal y del futbol de la seleccion. Mi calendario está en funcion de esos eventos.
Un beso cariñoso
Si que somos prisioneros estoy de acuerdo contigo a mi me tiene presa la bascula jajajaj no bajo de peso y me tiene loca :)
Besoss
Más que prisioneros, somos marionetas y juegan y jugamos a distraernos y distraer, con el fin de no ver lo que verdaderamente sería importante.
Un ejemplo claro es el prisionero del relato. Está tan distraído que no se da cuenta que el prisionero és él.
¿Sabes? Éste relato da para muchas conversaciones.
Besitos!
Albino, Patricia y Pilar... me gustan estos relatos que nos hacen pensar... porque como dice bien Pilar, estamos tan distraidos con mil cosas diferentes que no nos damos cuenta de las cosas importantes.
Que tengais tod@s un muy buen fin de semana!!
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